viernes, 20 de febrero de 2009

¡Chitón!

Girando principalmente al rededor del caso de la salida de Carmen Aristegui de W Radio, "Voces Silenciadas" es un documental, parte del programa Ambulante, que revisa los casos de los periodistas que en años recientes han sido silenciados, algunos de la manera "light" en que lo fue Aristegui o Gutierrez Vivó, hasta los lamentabilísimos casos de Manuel Buendía, cuyo asesino acaba de ser puesto en libertad tras 19 años en prisión, o el camarógrafo Brad Will, cuyo asesinato fué documentado por su propia cámara.

María del Carmen Lara realiza un impecable trabajo de investigación, dando cuenta en su documental del estado que hoy guarda la libertad de expresión en nuestro país. Apoyada en entrevistas con notables politólogos y periodistas mexicanos de la talla de Miguel Ángel Granados Chapa, Denisse Dresser, Lorenzo Meyer, y la propia Carmen, quien en un momento anegdótico de la cinta, pone en duda el que el documental pudiese algún día ser visto por alguien, entre otros; con el vacío, como es de esperarse en este tipo de trabajos, de las voces de las contra partes, caso concreto de Ciro Gómez Leyva o del director de W Radio, cuya negativa a dar declaraciones para el documental se hace evidente a todo lo largo de la cinta; este documental desenmascara uno más de los mitos que envuelven la vida diaria de los mexicanos, la libre expresión.

Espacios como este, donde la audiencia difícilmente excede el centenar, son privilegiados en cuanto a poder decir y comentar, en tono libre y abierto, respecto a cualquier tema, sin embargo, otrora líderes de audiencia, gracias a su veracidad y compromiso con la información, personas como Carmen Aristeguí y José Gutierrez Vivó, estarán siempre bajo riesgo de ser burdamente censurados por los poderes, formales y de facto que imperan en nuestra simulada democracia.

Enhorabuena pues por Ambulante. No te duermas, la información jamás irá a llamar a tu puerta, persíguela, pues es una presa valiosa difícil de encontrar.

¡Hasta la próxima!

Artículo 1

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

miércoles, 18 de febrero de 2009

¿Ver o leer?

ver o leer

Cuando terminé de ver la saga completa de "El Señor de los Anillos", solamente había terminado de leer las dos primeras partes y estaba a la mitad de "El Retorno del Rey", tercera y última de las obras de J. R. R. Tolkien, que a bien tuviera el director Peter Jackson llevar a la pantalla de plata. Han pasado ya cerca de 6 años desde que vi esta película y no he terminado de leer el libro, lo que es peor, no he podido decidirme si es mejor el libro o la película.

Ante esta disyuntiva concluyo que literatura y cine son artes, que si bien pueden relacionarse de manera muy estrecha, son diferentes y en cada una encontramos maravillas, así como desilusiones.

Así, el título de esta entrega cobra vigencia, cuando al salir de una sala de cine donde se ha proyectado una película basada en un libro, la gente invariablemente comentará si esta ha sido mejor o peor que la obra en que se basa, siendo esta, normalmente superior a su similar de celuloide. Yo, sin embargo, en muchos casos difiero.

Hace poco escuché esta discusión al salir de una función cuando una pareja de cinéfilos pasaba frente al póster que anunciaba la próxima aparición de "Ángeles y Demonios", basada en la obra del mismo nombre del escritor Dan Brown, si, el autor de "El Código Da Vinci". La mujer se inclinaba finalmente por el libro, el cual había, según entendí, tenido oportunidad de leer antes de ver la película protagonizada por Tom Hanks. Estuve de acuerdo.

Si bien la novela de "El Código Da Vinci" tiene un inicio espectacular, que atrapa al lector en cuestión de minutos, da la impresión de que los enredos son tales, que acercándose el final, al autor se le agotan los recursos creativos y sale a flote con un insípido final, muy por debajo de su teatral comienzo. La obra, hecha con toda intención de llevarse a la pantalla, es, a pesar de sus altibajos, muy superior a la producción cinematográfica, donde muchas dilucidaciones de los protagonistas, sus ingeniosas maneras de dar con las pistas, quedan en la sombra, fuera del alcance del espectador. En fin, en este caso, el libro es superior a la película.

No obstante, el caso de películas como Trainspotting, no puede ser tratado de la misma manera, pues el director Dany Boyle resuelve los vacíos que pudiesen generarse al no poder representar en la pantalla cada pensamiento que pasa por la enferma y aturdida mente de Renton y sus "amigos", creados por la audaz mente de Irvine Welsh, con recursos propios del séptimo arte en el cual se especializa. Nada dice en la novela escrita de una inmersión submarina en busca de un supositorio de heroína en el excusado del baño más sucio de Edimburgo, sin embargo, esta escena da cuenta de la creatividad de un verdadero exponente del séptimo arte y, es con detalles de esta magnitud, que uno no extraña la novela al ver el filme. En este caso, la novela es excepcional y el libro también. Cada uno en su campo, cada uno en su arena.

En México, mejor ejemplo que "Arráncame la Vida", no puedo encontrar, donde la película muestra detalles importantísimos, que quizás en el libro no sean tan relevantes, como el que la pieza que la orquesta interpreta en Bellas Artes y que conmueve a Catita es "Cielito Lindo", lo cual no se refiere en la novela, sin que ello sea obstáculo para que el lector perciba la tremenda emoción que el momento significó para la protagonista de la obra. El libro y la película son dignas de aclamación

Novelas como Misery de Stephen King, The Firm de John Grisham, la previamente citada, "Código da Vinci" de Dan Brown, resultan en ejercicios de taquilla exitosos al llevarse a la pantalla grande.

¿Qué es mejor entonces? ¿Leer el libro o ver la película? Grandes obras literarias , tratadas por verdaderos artistas, pueden convertirse en nuevas y geniales obras artísticas, simples best sellers, comúnmente tenderán a convertirse en eso, éxitos de taquilla. Sin duda hay sus excepciones hacia uno y otro lado, pero serán eso casos aislados.

Finalmente, si se es amante de la lectura y un buen libro ha sido llevado al cine, lo mejor será ver la película con las reservas que merece, si el proyecto es dirigido por artistas, el resultado será sin duda satisfactorio, de lo contrario, no habremos generado amplias expectativas. En el caso contrario, si se es cinéfilo, y se descubre una magnífica puesta en pantalla, lo más seguro es que en el libro descubramos deleites aun mayores.

Con la reflexión anterior, y después de haber visto la maravillosa película animada "Coraline y la Puerta Secreta", definitivamente la obra de Neil Gaiman será mi siguiente obra de cabecera.

El día de ayer, el secretario de economía, Gerardo Ruiz Mateos, declaró ante notables mexicanos en París, que, de no haber actuado el gobierno de Felipe Calderón de la manera en que lo ha hecho ante el crimen organizado, seguramente el próximo presidente de México sería un narcotraficante. Yo le pregunto, con la lógica de su aseveración al señor Ruiz Mateos, si antes se había tolerado y se habían dejado las cosas como estaban, ¿quién nos asegura entonces que Calderón mismo no es un capo más con el control del ejército, tratando de eliminar a sus cárteles rivales?

¡Hasta la próxima!

jueves, 12 de febrero de 2009

Corsarios de la claqueta.

¿Cuánto quieres a tus hijos, cuánto vale tu amor propio?, ¿diez, doce, tres por quince pesos?

Por fin alguien estableció una manera coherente y sencilla de medir el amor, la próxima vez que tu novia te pregunte, ¿cuánto me quieres?, tal vez podrás decirle -"la colección Stanley Kubrick"-, o quizás -"la edición de aniversario de Star Wars"-. Originales, claro. Aunque, ¿qué expresa más amor, un DVD original de $180.00 o dieciocho películas clonadas de a $10.00 cada una? Finalmente el dinero gastado fue el mismo. ¡Oh, no! El métrico no es preciso, tiene fallas.

Tengo fe en que el día que el amor deba ser expresado en DVD's y CD's originales esté mucho más lejano, que el, todavía lejano día en que se logre abatir la piratería en México.

Aquella tarde en que, antes de iniciar la proyección de una película en un Cinépolis, vi el anuncio en el que aparecen tres niñas de entre 11 y 13 años, donde una de ellas, mientras trata de quedar bien con su ligue cibernético, es dúramente criticada por sus amigas al encontrar estas en una repisa películas piratas, me sentí francamente defraudado por la industria del cine en video, lo cual no hubiera sido así, a no ser que el anuncio anterior de la misma campaña me había parecido muy ingenioso, no el de los niños dicendo a coro y al borde del llanto: "tenemos un papá pidata" (el cual tampoco me pareció muy genial), si no aquel donde la madre no tiene cara para reprocharle al hijo el que hubiese comprado el examen, cuando ella llevaba orgullosa a su casa solo copias piratas de los éxitos en video. El más reciente pues, me pareció un desesperado intento por apelar a los más bajos valores de la sociedad consumista del siglo XXI, para llamar la atención sobre un problema cuya solución no tiene visos de llegar en el corto plazo. La piratería.

Quise saber entonces cuál sería la reacción de alguien que habitualmente recurriera a la piratería para ver sus producciones filmográficas favoritas, así que en una charla con un amigo cercano, le pregunté qué pensaba él de el anuncio arriba referido. ¿Cuál anuncio?, fue su respuesta. Me quedó perfectamente claro que el anuncio entonces, no importa si está bien o mal hecho, no llega al consumidor adecuado. Quizás suene inapropiado, pero la respuesta me causó cierto alivio.

El problema de la piratería y la manera en que se pretende abatir, apelando a la conciencia ciudadana, ha sido a todas luces ineficaz por decir lo menos, y es que se apela a razones que poco o nada tienen que ver con la sociedad mexicana. Para empezar, si una niña en la secundaria tiene computadora y conexión de banda ancha en su propia recámara, es muy probable entonces que sus padres también le compren títulos originales y no de "puestecitos", ya que seguramente sus papás, ni viajan en metro, ni hacen las compras en el mercado, sitios donde normalmente se expenden este tipo de mercancías apócrifas. La sugerencia perversa de que el amor se mide en términos de la calidad o, mejor dicho, de el origen legal o ilegal de las películas que se regalan a los hijos, espero no cause ningún efecto, fuera de la repulsión en los consumidores de este tipo de productos. Y es que las razones esgrimidas, más bien parecen ir dirigidas a causar lástima por las pobres compañías establecidas por parte del público en general. De acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Comunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI) en su pagina http://www.canieti.org, la piratería ha provocado en los 3 últimos años una reducción de empleos del 45% (1500 empleos por año), lo cual quiere decir que hace 3 años, la industria afectada daba empleo a 10,000 trabajadores. No me sorprende entonces porqué no conozco a nadie que haya perdido su empleo por causa de la piratería. Toda esta industria, entre música, cine y juegos de video así como software, daba empleo hace 3 años al equivalente al que dan tres o cuatro plantas de tamaño promedio de otras industrias manufactureras, como la automotriz, por ejemplo.

La probabilidad de que tu padre, hermano, pareja, hijo o amigo se queden sin trabajo por causa de la piratería es muy pequeña, en comparación con el gusto que te das por tener una película de estreno por solo $10.00.

Por causa de la piratería no podemos apoyar a nuevos talentos a producir sus discos, suelen esgrimir como causa las empresas productoras de música en CD. Hace 20 años, cuando la piratería no era un tema tan en boga, solo pude conseguir el cassette de Kenny y los Eléctricos, original, en un puesto de mercado muy parecido a los que hoy ofrecen materiales piratas. La casa disquera era Denver, Discos Denver, conocí la música de Rockdrigo González en cassettes grabados por amigos, los cuales llegaron a sus manos luego que el amigo de un amigo logró hacer una grabación bastante modesta del ya de por sí mermado material "original". Un par de años más tarde, luego de haber comprado el "Hecho en México" de el Tri, también en un tendido sobre la banqueta de San Mateo Atenco, este grupo comenzaba a colarse en el main stream y sus discos podían poco a poco irse encontrando en los estantes de los autoservicios. ¿Bajó la piratería y los pudieron apoyar? No lo creo.

La industria del disco apoya a quien vende, sin importar si el talento es nuevo o no, si propone o no.

Hoy el intercambio de música, videos, software, etc. de manera gratuita es una realidad a la cual la industria no ha querido abrir los ojos, empeñándose en frenarla de manera absurda e inutil. Minetras el consumidor siga siendo más creativo que el productor, la piratería, o algo muy parecido a ella, seguirá existiendo.

lunes, 2 de febrero de 2009

Cuando vayas al 2 de Abril, visita Metepec.

02-02-09_1308Desafiando a mi voluntad, abriéndome paso entre los aromas a cesina frita, barbacoa y los excelsos sonidos emanados de CD's con la calidad sonora de Mixup, llegué frente a las puertas batientes del 2 de Abril. Situado en la esquina formada por las calles de Hidalgo y Paseo San Isidro, el legendario lugar conocido por su bebida original, la Garañona, me recibió con un abrazo mural y la camaradería de los parroquianos que lo frecuentan, entre el duranguense emanado de la rocola y los boleros del guitarrista. Verde brebaje de sabor dulzón, cuya esencia me recordó sobre todo las gelatinas setenteras, de supuesto sabor limón, las cuales solía uno exprimir por la mordisqueada esquina de pequeñas almohadillas de polietileno, muy similares a la presentación personal del shampoo Vanart, conocida originalmente como "el remedio de la tía", por sus cualidades curativas, a decir de un amable parroquiano, la Garañona ha ganado ya, desde mediados del siglo pasado, un lugar en la tradición de Metepec. Alguna vez figuró la marihuana en la receta, me aseguraron, hoy sinceramente lo dudo, por los trece pesos que se paga por una ración sencilla, nadie te corre hoy en día ni un toque. Tratar pues de descifrar la receta de la bebida, o bien describirla con precisión, resultaría igual de inútil, por ello prefiero ceder dicha responsabilidad a Marco Aurelio Chávez Maza, cuyo homenaje ha quedado plasmado en las paredes del lugar, justo sobre la barra a manera de respuesta a cualquier pregunta que pudiese surgir.

"Verde consuelo de los bienaventurados y pobres de bolsillo. Bálsamo de los cargadores, los licenciados y los poetas. Verde esperanza que verdemente alumbra con su verdosa flama las entrañas de friolentos y afligidos.
Ardorosa seda verde en la honda lengua.”

“Aperitivo del gozoso, digestivo del doliente, afrodisíaco de los tímidos: ‘Herón, dame otra verdecilla para ponerme garañón’. La que es garañona donde quiera es verde, ¡Y al que no le guste la verde, que se enderece y pida su banderita!”

Entrañable lugar, donde el tiempo transcurre    solo  porque seguramente sabe que tiene que transcurrir, pronto extiende su cobijo externo al calor que del interior se deja sentir al asentarse la garañona en el organismo.

Con una tuve para sentirme inmortal. -Es un excelente digestivo- me había dicho el hombre con quien conversé. De modo que con esa protección herbolaria, salí decidido a no resistirme a la cesina frita. Dos con papas. Así llegaron, así se fueron.

Con el estómago lleno y el espíritu desbordando, me dirigí hacia donde húbose una vez un kiosco, allí, por un peso menos de lo que cuesta una garañona, una venerable mujer, diestra en el arte e irremediablemente también, dio grasa a mi calzado.

Con el sol reflejado en mis pies, di por terminado y satisfecho mi paseo por el 2 de Abril y la ciudad típica de Metepec.

Cuando vayas al 2 de Abril, visita Metepec.

 

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