domingo, 17 de agosto de 2008

Reinalda, Reinalda.

minifaldas03

Como preparación para el VI Encuentro Mundial de las Familias que habrá de celebrarse en nuestro país en el año 2009 auspiciado por la iglesia católica, es ya de muchos conocido que el Padre Sergio G. Román, en la ficha 30, titulada "Pudor", ha hecho bien intencionadas recomendaciones a las mujeres de nuestro país para que eviten el uso de prendas ajustadas, minifaldas o escotes, así como tener cuidado de sus miradas y de permitir chistes o comentarios picantes en su presencia, pues, a decir de este hombre, tales circunstancias pueden derivar en violencia sexual.

Aceptar estas recomendaciones sería igual a decir que la violencia sexual es culpa de las mujeres que son víctimas de ella, sería tanto como decir que cuando eres víctima de un asalto es tu culpa por portar algo que pudiera resultarle atractivo al ladrón.

Este tipo de "recomendaciones" provenientes de la iglesia católica, no van a disminuir en ningún sentido la violencia sexual, las mujeres que, dueñas de todo su derecho, visten con minifaldas, lo seguirán haciendo, y aquellas que no lo hacen, seguirán sin hacerlo, y no porque venga un sacerdote a decirles que obren de tal o cual manera. En mi opinión, este tipo de recomendación solo genera más violencia, pues las personas que estén de acuerdo con el pensamiento que emite la citada ficha, habrán visto avivada la flama de su rechazo contra las personas que vistan de una manera con la cual no están de acuerdo, sintiéndose ahora con más derecho que nunca por rechazar a las personas que así vistan, y este rechazo si es una forma más de violencia. Comentarios mordaces y pensamientos tales como: "mira esa descarada, se está buscando que la violen", tienen ahora un respaldo por parte de la jerarquía católica, que si bien no generó el comentario, si lo aprobó.

Lejos de ello, como una institución del tamaño e influencia que ejerce en nuestro país, me gustaría ver un comunicado mucho más enérgico, llamando a los católicos a respetar el derecho de las personas a obrar según su libre albedrío y a no sentirse con derecho de violentar o faltar al respeto a las mujeres que deseen usar la prenda que quieran, sea corta, sea larga, entallada o no. Y es que a la luz de este comunicado, surgen interrogantes como ¿qué provocativos serían los escotes de los niños de que abusó el Padre Maciel?

En fin, así como llevo algunos días deliberando conmigo mismo si escribir respecto a este tema o no, quizás debiera, por respeto y sensatez, el Padre Román recapacitar antes de emitir semejantes opiniones.

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