Hace más de 25 años, cuando todavía iba a la primaria, recuerdo bien el sonado caso de un niño de 11 años que había sido secuestrado y, no se si tras haber cobrado el rescate, o tras no haberlo recibido, sus plagiarios decidieron asesinarlo.
Irónicamente, si mal no recuerdo el apellido de aquel niño, que en aquel entonces era apenas un año mayor que yo, era Arizmendi. Su foto, eso si lo recuerdo bien, apareció publicada en la portada del semanario Impacto, que mi padre compraba religiosamente, casi como yo hoy leo Proceso.
Hoy observo a un afligido Carlos Loret de Mola decir cuan indignado está por el artrero asesinato de otro niño, ahora se trata de Fernando Martí, y no es que yo no me sienta indignado, enojado, frustrado, temeroso. Triste. Sin embargo, un "preocupado" y "consternado" Felipe Calderón sale en cadena nacional, a las 8:20 hrs. a urgir al congreso que endurezca las penas contra secuestradores, siendo muy específico en su solicitud. En caso de secuestros a menores de edad, en caso de aquellos plagiarios que asesinen o mutilen a sus víctimas, en caso que los criminales se hayan disfrazado antes de defensores del orden, es decir, que hayan sido cualquier suerte de policías.
Hoy Fernando no está con nosotros y desde mi persona elevo una oración por que Dios acompañe a sus familiares, que jamás habrán de reponerse de este brutal golpe.
Hoy también sé que él no ha sido el único, hoy también Carlos habló de una niña de 10 años quien también ha sido asesinada tras un secuestro. No recuerdo si hubo o no rescate de por medio. Eso no importa. Ella también ha dejado un hueco en nuestra moral como país, en nuestra capacidad de amarnos los unos a los otros. En nuestra firme determinación de seguir creyendo que hay un Dios. De ellos sabemos, ¿cuántos más hay y han habido en los archivos de la PGR, de cualquier agencia de investigación, de la conciencia humana?
Hoy, un nombre preponderante en la sociedad mexicana ha despertado el verdadero interés del dudosamente electo presidente de México en proteger la seguridad de los mexicanos que vivimos secuestrados por la incertidumbre de saber si esta noche volveremos a casa.
Habla de cadena perpetua, Emilio Gamboa de pena capital. Si yo, dentro de 1 hora que salga a cumplir mis compromisos, cruzo la luz roja del semáforo que se encuentra a 200 metros de mi casa, se de sobra que no me va a pasar nada. Algún automovilista enojadísimo me va a mentar la madre y va a decirme cuan pendejo soy. Igual que hoy, cien millones de mexicanos le deseamos lo peor a los victimarios de esos nuevos niños héroes. Pero más allá, lo más probable es que no les pase nada.
Yo en lo personal no quiero absurdas y desgastantes hogueras y patíbulos. Quiero simplemente justicia.
4 comentarios:
Estimado Master,
una muy calurosa felicitación por haber abierto un espacio para expresar nuestras opiniones e ideas.
Espero que la Fellow de un uso intensivo al Blog y así se poder enriquecernos con nuestros diversas formas de sentir y de actuar.
Y bueno, bienvenidas todas las opiniones, de fuera y dentro de la Fellow.
Una felicitación de nuevo!
Igual, muchas felicidades por abrir el espacio virtual del famoso nido. Porque aunque las fronteras nos separas, las ideas nos unen...
Ahijao, mas rapido que pronto le he encontrado, y creo que tu reflexión es compartida. Mas sin embargo es una verdadera mamada que los politicos imbeciles de este país se cuelguen el milagrito y quieran sacar raja politica de esta situación nada mas porque le sucedió al hijo de un importante empresario dueño de la tienda de ropa que les patrocina los pants y el gimnasio donde seguramente van a regentear edecanes y escorts, (porque hasta crees que hacen ejercicio...) y quieren quedar bien solicitando energicamente que se cumpla la ley, como si ellos la cumplieran. ja... Ademas la justicia en este pais se compra al mejor postor, y si les dieran cadena perpetua esos hijos de puta al rato salen a pasear y regresan como si el penal fuera hotel de 5 estrellas y sigue siendo su base de operaciones para continuar haciendo de las suyas. Esto no es solo de iniciativas y buenas intenciones, sino de acciones radicales y una reforma judicial completa y no con remiendos. Pero eso esta en chino, es mas facil que México gane una medalle a que estos hijos de la chingada hagan algo...veremos dijo un ciego.
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